Conferencia a cargo del Dr. Esteban García-Albea Ristol, jefe de neurología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares
Estudiamos una joven en nuestro hospital que presentaba episodios paroxísticos, recurrentes y similares que definía como una intensa sensación de placer (no sexual) seguidos o no de una crisis generalizada. El diagnóstico correspondía a la muy bien establecida por el epileptólogo francés Gastaut “epilepsia de Dostoiveski”.
En efecto, el novelista ruso padecía (o gozaba) crisis similares que describió con gran fuerza y belleza. Siguiendo con el caso nos acercamos a la patografía de Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda), personaje de relevancia histórica, ya que en ella convergían, como el novelista, su gran capacidad de autoobservación, su talento literario, su extensa obra biográfica y autobiográfica (Libro de la vida) y extensa información, incluso contemporánea, de sus enfermedades. Además se trataba de la epilepsia, que como postuló el epileptólogo Bancaud, ninguna técnica ha conseguido superar en valor clínico a los datos de un buen relato de los acontecimientos.
Sin antecedentes de interés, con una infancia y adolescencia normal, la carmelita comienza a los 17 años a sufrir “grandes desmayos”, “mal de corazón”, que la llevan a entrar en coma a los 24 años, y considerarla muerta (excepto su padre). Este cuadro ha sido analizado y parece corresponder a un estado epiléptico (“la boca hecha pedazos de mordida”). Tras recuperarse lentamente y con un ritmo irregular, se repiten episodios breves (“el tiempo de un avemaría”) en que de forma brusca tiene sacudidas “recias” en un brazo que fueron diagnosticadas de “perlesía”.
A los 43 años y con largos períodos asintomática comienzan los éxtasis. La descripción es perfecta y completa. Todas las preguntas que le haría un especialista son de sobra contestadas por la santa. El modelo era: Inicio con una luz (“resplandor, sol, brillo”), anulación sensorial (“ni ve ni oye”) y una cierta inmovilidad (“extática”). En esta situación emergen las alucinaciones, vívidas, multisensoriales, escenográficas, como la famosa alucinación del querubín. Se acompañan de “gozo, deleite interior”, o “delicioso sufrimiento”). Todos los arrobamientos ocurren de forma espontánea, rara vez tras “un cantarcillo”. Finalizan en unos segundos y queda un estado postcrítico “durante un día o dos como embobada”. Utiliza términos comparables a los que usa Dostoiveski. Estas crisis se han identificado además en unos diez pacientes con lesiones atribuibles a disfunción del lóbulo temporal derecho. En nuestra santa pensamos que la causa de las crisis podría haber sido una cisticercosis cerebral.
- Fecha y horario: Jueves, 20 de noviembre de 2014, 11:50-12:10
- Lugar: Auditorio. Palacio de Congresos de Valencia
- Inscripciones: Socios de la SEN inscripción gratuita | +34 933426233 (ext. 6) | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
- Idioma: castellano
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