El ictus fue descrito y diagnosticado desde la antigüedad bajo la denominación de apoplejía. Del griego ἀποπληξία, fue descrito por Hipócrates de Cos (460-370 a. C.) como un ‘golpe súbito’. En los textos hipocráticos, la apoplejía se presentaba como consecuencia de un desequilibrio en los cuatro humores del cuerpo: sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla, sin precisarse su etiología.
Las obras de Galeno de Pérgamo (129-201) contienen numerosas referencias a la apoplejía, incluyéndose descripciones de sus síntomas y signos. De acuerdo con sus teorías, los espíritus vitales (pneuma vital), formados en el corazón y transportados al cerebro a través de la sangre, se transformaban en la rete mirabile, plexo arterial que identificaba en la base del cerebro. Allí se producía el pneuma animal, que pasaba a los ventrículos, a la médula y a los nervios motores y sensitivos.
Durante la Edad Media y el Renacimiento poco se añadió a la descripción y concepto de apoplejía, y las doctrinas de Galeno conformaron la base de la medicina de estos periodos. No obstante, es importante entender el reconocimiento de Galeno de la red vascular en la base del cerebro, la rete mirabile, y el rol que este le asignaba a esta estructura en la fisiología para explorar los orígenes de la concepción de la apoplejía como una enfermedad vascular.
En esta exposición, el visitante podrá revisar un periodo de alrededor de dos milenios en el que cambió tanto nominal como conceptualmente el conocimiento de las enfermedades cerebrovasculares.
- Fecha: 15 a 18 de noviembre de 2016
- Lugar: Palacio de Congresos de Valencia. Avda. Cortes Valencianas, nº 60 46015 Valencia