En el análisis de los antecedentes y factores que condicionaron la fundación de la SEN destacan dos aspectos fundamentales: el panorama asociativo tras la guerra civil y las representaciones oficiales en los Congresos Internacionales de Neurología.
Panorama asociativo tras la guerra civil
En España, las primeras sociedades estuvieron vinculadas en sus inicios a la neuropsiquiatría. En 1911 se funda la Sociedad de Psiquiatría y de Neurología de Barcelona, bajo la presidencia de Artur Galceran i Granés, que tenía una manifiesta vocación neurológica. Posteriormente, en 1934, dicha sociedad fue denominada Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia, presidida por Belarmino Rodríguez Arias. Tras la guerra civil reemprende sus actividades en 1941 como sección en la Academia de Ciencias Médicas bajo el nombre de Asociación de Neurología y Psiquiatría.
En 1932 se fundó la Sociedad de Oto-Neuro-Oftalmología de Barcelona, con actividad hasta 1940, momento en el que quedó integrada en la Academia de Ciencias Médicas.
De ámbito estatal, se fundó en 1924 la Asociación Española de Neuropsiquiatras (AEN). Fue reemplazada en 1940 por la Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría, de existencia efímera. La AEN fue reorganizada a partir de 1949 como Asociación Española de Neuropsiquiatría bajo la tutela de Antonio Vallejo Nágera, que ostentaba la cátedra de Psiquiatría desde 1947 y un gran poder e influencia, ya que contó también con el beneplácito de la Dirección General de Sanidad.
A finales de 1931 se fundó la Sociedad de Neurología y Psiquiatría de Madrid, bajo la presidencia de José María Sacristán, contando con relevantes figuras como Pío del Río-Hortega, en calidad de vicepresidente, y Dionisio Nieto en el cargo de secretario. Tras la guerra civil, con el exilio de gran parte de sus componentes más activos, prácticamente desapareció.
Congresos Internacionales de Neurología
El I Congreso, celebrado en Berna en 1931, sirvió como modelo de éxito para los congresos internacionales posteriores, celebrados cada cuatro años, convirtiéndose en el evento más importante en neurología en el mundo.
Conceptualizado inicialmente en 1927 por Bernard Sachs (1858–1944) y Otto Marburg (1874–1948), la idea fue discutida y aprobada en la reunión anual de la American Neurological Association, en 1928, e impulsada por Henry Alsop Riley (1887-1966). Se solicitó que los delegados nacionales al congreso fueran designados por cada país, preferentemente a través de las sociedades neurológicas nacionales.
En el caso de los delegados españoles, y no existiendo una sociedad de neurología, fueron nombrados entre 1929 y 1939 por la Asociación Española de Neuropsiquiatras; entre 1944 y 1947 por la Sección de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores, a propuesta de la Sociedad Española de Neurología y Psiquiatría; y a partir de 1947 por la Dirección General de Sanidad del Ministerio de Gobernación.
La reunión preparatoria de delegados en 1947 sirvió de base para el inicio de conversaciones entre las delegaciones española y portuguesa en vistas a la creación de una Asociación Luso-Española de Neurología. Esta entidad, restringida a neurólogos, debía participar como sociedad científica en el IV Congreso Internacional de Neurología, que se celebraría en París en 1949.
Se iniciaron así gestiones para la fundación de la Asociación Luso-Española de Neurología por parte de Belarmino Rodríguez Arias y Antonio Subirana Oller conjuntamente con Egas Moniz, Antonio Flores y Pedro Almeida Lima. Finalmente, esta iniciativa no prosperó, truncándose así el primer intento de creación de una sociedad neurológica.